El Tarter es un pequeño pueblo situado en el norte de Andorra, en la parroquia de Canillo, en la confluencia de los valles de Incles y Ransol. El Tarter está a sólo 20 km de Pas de la Case. Es a la vez una estación familiar, cálida y muy joven con numerosas actividades.

La estación pertenece al dominio esquiable de Grandvalira, el mayor dominio esquiable de los Pirineos con 210km de pistas, fundado en 2003 con la agrupación de seis estaciones, por lo que la oferta de este dominio es muy importante ya que consta de seis sectores con todos los servicios necesarios.  El área es muy extensa y ofrece una gran variedad de pistas, por lo que es accesible para todos, desde principiantes hasta expertos. Debido a su altitud (entre 1700 y 2600 metros) se puede disfrutar de unas condiciones de nieve óptimas, sobre todo porque el 65% del área está cubierta por cañones de nieve.

La zona es adecuada para todo tipo de esquí, desde el esquí alpino, con su variedad de dificultades, hasta el esquí de estilo libre, con tres parques de nieve bien equipados. Pero también para el esquí freeride con zonas controladas en los sectores de El Tarter y Pic Blanc en Grau Roig. Para las familias, está el Circo Bababoom, donde los niños se divertirán con muchas sorpresas, así como tres pistas Imaginarium especialmente dedicadas a los niños.

Para los que no quieren parar nunca, pueden optar por descubrir los bosques con raquetas de nieve o perros de trineo, relajarse en los centros termales o vivir una experiencia inolvidable durmiendo a 2.350 metros en un iglú en el Albergue Grandvalira Igloo.

En la temporada après-ski, la estación está siempre llena de actividad, y como en el resto de la estación, hay numerosas terrazas donde disfrutar de un vino caliente, cerveza u otra bebida mientras escuchas música o simplemente disfrutas del sol. Para completar tu atuendo, encontrarás tiendas de alquiler de esquís. La estación ofrece un dominio esquiable de gran calidad y un alto nivel de vida.

Para su alquiler de esquís, elija nuestra tienda Esports Calbo II, idealmente situada al pie de su residencia, justo en las pistas.